Es extraño como las decepciones te hacen notar tus verdaderos deseos, pero esto depende de la personalidad de uno.. Es incontrolable y por más que intento no logro dejar de esperar algo de las personas que son importantes para mi.
La raíz de todos mis penurias siempre han sido dos cosas: dinero y amor.
Nada me descontrola más que mis gastos se me escapen de las manos, pero nada me desmotiva más que las desilusiones y desafortunadamente es el ciclo de mi vida, no salgo de una para entrar en otra.
Entonces me siento y pienso ¿Por qué me sucede esto? Tal vez lo más evidente es que siempre espero de las personas lo mismo que yo estaría dispuesta a hacer por ellas.
Y existen dos tipos de motivaciones que van por ese camino. No pedí ser así pero para mi desgracia mi humor depende de mi estado emocional y soy una persona que se deja morir de desilusión.. Lamentable, pero cierto. Es por eso que hallé la respuesta a porqué mi hija llegó a mi vida en un momento que no esperé, sin duda alguna sin ella yo me hubiera dejado morir de decepción por algún amor.
Ella me mantiene con vida y es mi motivación para levantarme cada día, sino la tuviera justamente ahora no estuviera escribiendo tal vez alguno de mis amores ya me hubiera matado.
¿Suena dramático no? Es cierto, he luchado siempre contra eso, que desgracia que no he podido.
Entonces luego de decepcionarte y jurar que no te vuelves a enamorar, y vuelves a enamorarte.. Luego de volver a jurar que sería la última vez y llega alguien que te enseña a jugar sucio y aprendes a caer en el circulo vicioso de no enamorarte, de cuidar tu corazón no involucrandote con nadie, saliendo a citas, buscando conquistas solo con el afán de no estar aburrida, de darle emoción temporal a tu vida y cuando te das cuenta estás atrapada en un hábito asqueroso, no te permite valorar a alguien que te ofrece sinceramente, que te obliga a rechazar de manera vil a una buena persona, que incluso inconscientemente jugar con sus emociones para que al final decidas alejarles.. Piensas, te ubicas y te dices ¿Qué estoy haciendo? ¿Sé lo que quiero? Te encuentras ahí con una crisis existencial, viviendo por inercia, actuando acorde a tus costumbres y como todo ciclo tiene que dar la vuelta y te topas con alguien con los mismos daños que tú, alguien que te entiende pero que ciertamente te hará lo que tú has venido haciendo al resto y entiendes que naciste para tener continuas decepciones por más que intentes evitarles.
Tal vez mis expectativas no se juntan con la realidad, tal vez mis hábitos me han alejado de lo que realmente deseo, porque en este punto descubres que es lo que deseas.
Como consuelo sabes al fin lo que quieres, ¿Qué quiero entonces? Sólo que alguien se siente junto a mi a mirar las estrellas, a disfrutar de un bolero en silencio, a beber una copa de vino tomados de la mano, alguien que pueda mirarme y haga estremecer mi alma porque ha visto en mi eso que ni yo reconozco.
Que sepa que un girasol es mas valioso que cualquier diamante, que sepa que no necesito más que su tiempo a mi lado, que me conozca a tal punto de darme lo que espero porque me ha estudiado tan bien que nunca necesite decirle. Alguien que no haya perdido el romance..
(Suspiro)
Y que todo eso venga de la persona que yo quiero, porque no tiene sentido que me lo ofrezca alguien que no cause ninguna emoción en mi corazón.
Sin duda exagero al pensar en grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario