Desde que nacemos estamos destinados a perder, perder tiempo, perder personas, perder metas, perdemos a cada paso que damos, perdemos pero también aprendemos. Se preguntan ahora cual es el motivo porque escriba sobre perder, sencillamente porque en algún momento de mi vida tengo que hacer conciencia de cuanto he perdido y cuanto debo dejar de perder. ¿Tal vez han sentido que intentan mucho algo y nunca lo logran? Eso me pasa, siempre, seguido en ocasiones en diferentes grados pero sigue sucediendo y es frustrante.
He conocido muchas personas en mi vida que me han quitado la fe, las ganas de ser yo, y no sólo me refiero a parejas, amigos, parientes.. Todos en esta vida tienen ese hábito de quitarte algo y dejarte un vacío que no se llena con nada, ni nadie.
He conocido personas a las que he dado mi amistad incondicional, se aprovecharon, dieron su puñalada y adiós..
He tenido familiares que pensé que me adoraban con su alma y a mi primer error conocí cual era su supuesta adoración.
Y así como es la ley de la vida he conocido hombres que me por un lapso me hicieron sentir como si fuera la ultima mujer de este mundo y en un parpadeo me dejaron con un hueco en el pecho llevándose mis mejores intenciones, lo que yo llamo "mis ganas de ser yo".
Pues no seré perfecta, pero mis ganas de ser yo es esa que no le importa dormir en el piso sobre una cobija si alguna amiga necesita mi cama, mis ganas de ser yo es esa que no tiene ni un centavo pero hace un préstamo para sacar de apuros a alguien de su familia.. Esa yo que no le importa tomar su teléfono y ser la primera en enviar un mensaje de buenos días, esa que te invita la cena o al cine, a esa que no le da pena llamar porque me importa un bledo ser la mujer que debería esperar que un hombre la llame primero.
Pero ¿que pasa cuando pierdes? Cuando todo eso que has hecho sólo ha sido una pérdida de tiempo, recursos incluso de sentimientos.
¿Quién te devuelve eso? Nadie, pues nada en la vida se recupera.
Entonces eso significa que debería pensar mejor a quien le doy parte de mi, o limitar lo que entrego, pero ¿Por qué? No es mi problema que los demás sean unos cretinos que no sepan valorar lo que tienen frente, soy feliz siendo yo, soy feliz siendo buena con los demás, ¿por qué soy la que debe restringirse?
Porque lamentablemente soy la única que pierde.
Y ya no quiero perder, quiero ser yo con libertad sin que nadie me deje un agujero en el pecho de desilusión.
¿Es mucho pedir? Para este mundo tan lastimado de odio y malas intenciones es mas que demasiado.
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