Siempre escribo sobre mi, sobre los sentimientos que me guían hacia ciertos pensamientos, experiencias o vivencias que me emocionan o me confunden, pero nunca sobre aquello que ocupa casi todo el espacio en mi mente, lo que me hace suspirar cuando le miro, en lo que me hace pensar cómo ha cambiado mi vida, mi manera de ver las cosas, mi aventura de todos los días, mi materia favorita en la carrera de la vida.
Nadie nace sabiendo que hacer cuando te enfrentas a algo así, a medida que pasan los días te encuentras con algo nuevo, y tal vez te puedes estar ahogando en un vaso de agua, muriendo de desesperación, tal vez terminando un día angustiante, el trabajo, las responsabilidades, la economía, salud, son un millón de cosas que abruman tú mente hasta que llega ese preciso instante en el que encuentras una esperanza, palabras de aliento, una luz, lo inexplicable tras una mirada o quizás una sonrisa.
Ese motivo para vivir esta todos los dias junto a mi, observarla mientras duerme me hace comprender lo piadoso que es Dios conmigo y a pesar de mis acciones darme la dicha de ser mamá. Cuestionarme cada día ¿qué hubiera sido si..? Pero también cuestionarme ¿De que serviría mi existencia sin ella?
Es el motivo que me impulsa a ser mejor cada día, ni el medio, ni las exigencias del mundo, ni mis padres, absolutamente nada influye más en mi vida que su presencia.
Es por quién busco ser una profesional para darle un modelo a seguir, es por quién no desisto, no lanzó a la borda todo lo que hago cuando pierdo la paciencia.
Es ese abrazo sincero y efusivo que espero al llegar a casa, ese beso cariñoso tras un dulce "te amo mami", es mi experiencia, mi nueva vivencia, quien me enseña cada día que tengo un corazón lleno de amor, de un tipo de amor que no desiste, que no se decepciona, que no se rompe.
No es ese amor de pareja con el que vives con temor de que te parta en dos, no es ese amor de amistad que te defrauda tras una traición, no es ese amor temporal, es ese amor que te ayuda a ser mejor, ese amor que no acaba nunca, ese amor que cuando crees que conoces el límite sucede algo que te hace comprender que podrías dar tu vida por seguir siendo feliz, por seguir manteniendolo vivo.
Ella aún no lo comprende, es tan pequeña y tan frágil, no ve más allá de su entorno, no conoce de vicios y maldades, es vulnerable, es inocente, es una ternura, y toda ella me enamora cada instante de mi vida.
Es muy prematuro decírselo porque no entiende, pero algún día crecerá, en algún momento tendrá uso de razón y querrá conocer que es eso que me hace amarla tanto, porque la protejo, porque cuido de su bienestar, porque cuidaré a capa y espada de su corazón, porque siempre querré saber que pasa por su mente, que afecta sus sentimientos, en algún momento se encontrara molesta y se irritara porque su madre se inmiscuye en sus cosas, quiere vivir su vida, quiere ser libre, no encontrará las respuestas, pero aquí está la explicación.
Es mi niña y llegó a mi vida para convertirme en mujer, la mujer que ella será algún día aunque traté de impedirlo.
Es la muestra perfecta que no hay mal que por bien no venga, es mi mejor historia que contar, es la razón que me hizo entender lo mucho que vale mi madre y cuanto tengo que cuidarla porque soy muy afortunada.
Es quien me devuelve el aliento cuando llego derrotada, cuando ya no quiero más, es quien me consuela después de una desilusión o quien me hace entender que no necesito de nadie para ser feliz mas que a ella.
Es mi bebé, mi pequeña que ahora tiene casi tres años, quien día a día crece de una manera que no puedo controlar y me rompe el corazón saber que cada día que pasa crece más y se expone al mundo y a sus males, es el amor de mi vida, es parte de mis entrañas y un milagro de Dios.
Quien me demostró que dentro de mi estaba muerta, hasta que ella llegó.
No importa cuanto diga, ni lo mucho que escriba, jamás voy a poder plasmar eso que deseo porque un amor como este no se escribe no se habla incluso hasta demostrarlo es difícil, sólo se siente muy dentro, pero aquí está plasmado, inmortalizado porque quiero que por el resto de mi vida y de la suya sepa que su mamá es humana, que a diario comete errores, que esta aprendiendo, y que tal vez mis acciones la enfaden alguna vez, pero que todo lo maravilloso que ha pasado en mi vida, que lo mantiene mi corazón saludable y lleno de amor es ella, eres tu mi niña, mi pequeño amor.
Eres la razón de mi vida y aunque te lo diga mil veces no podré explicartelo tal cual, porque es demasiado grande para unas cuántas palabras.
Un te amo no basta para todo esto que siento por ti, pero espero que al menos te ayude a comprender que alguien muere por ti, que alguien te ama como nadie jamás lo hará, que nunca estarás sola, que mi vida siempre será tu vida y que justo ahora duermes a mi lado y me llenas completamente de dicha.
Esto es un amor eterno mi pequeña princesa.
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