Me dijeron; "Sino cambias ese carácter nunca te vas a casar", respondí;"No me interesa casarme" y en ese momento sentí que quebré en mil pedazos un corazón ilusionado de verme vestida de blanco.
Luego me preguntaron; "¿Que te hace desear no casarte jamas? Y respondí; "Porque el matrimonio es para siempre y no creo que exista alguien que me pueda amar por el resto de mi vida".
En ese momento me dijeron que tenia muchas grietas, fue cuando mostré mi mano y les dije aquí están mis grietas, sobre la linea del corazón.
Alguna vez alguien "leyó mi mano" me "recordó el pasado, y mostró mi futuro" y me dijo que en ella se ve cuantas veces mi corazón se ha roto, incluso los hijos que tendré.
Claro, hay personas que no creen en aquello, otras si, pero es gracioso hacerlo solo por curiosidad.
Entonces si basamos mi destino en mi mano, pese a que ya he tenido el corazón roto, lo volveré a tener. Irónico, me han dicho que no tengo corazón.
La realidad de todo esto, es que no me quiero casar.
¿Por que? Simple. No existe una persona a mi medida, o mejor dicho no soy la medida de nadie.
Mi exigencia al querer una persona como yo es enorme, que nadie aunque lo intente lo lograra.
Dicen que las personas que dan mucho siempre se decepcionan, pues puedo dar fe de aquello.
¿Cual es el problema? El problema es que nunca nadie sera contigo como eres con ellos, ya seas bueno o malo.
Desgraciadamente siempre soy la buena, pese a los miles de intentos de ser mala, por cierto todos fallidos.
No es que desee ser una mala persona, ni tampoco hacerle daño a quien se cruce en mi camino, pero es la única forma de asegurarme que serán buenos conmigo.
¿O acaso uds han visto a un hombre bueno con una mujer buena? No!!! Siempre le tocan unas desgraciadas, mientras que las buenas estamos rondando por el mundo topandonos con cuanto idiota que habla bonito, porque ¡Si que te hablan bonito!
Volviendo al tema, ¿Que esperas tu de una persona para aceptar casarte?, y me sorprende tanto que me hagan una pregunta así, pues es lógico ¡Las mujeres no sabemos que queremos!
Pero si tenemos preferencias especiales y las mías solo existen en hombres adultos, lógicamente gran parte de ellos casados.
¿Que hay en un hombre maduro que no haya en los otros?Sencillo!!
Existe otra mentalidad, saben que es lo que quieren, son personas con un horizonte ya trazado y muchos de ellos cumplido, son caballeros, saben vestir y conocen la necesidad de una mujer.
Tranquilos, algún día llegaran a ese nivel chicos, todo es cuestión de experiencia.
Pero al fin y al cabo, de hecho eso es lo que atrae.
No se sorprendan si en algún momento se encuentran a una chica linda, inteligente y buena persona sin una pareja o sin sueño de casarse, simplemente todas las expectativas que tiene han sido defraudadas por cada una de las personas que paso por su vida, quien a ella ha tratado de hacer feliz y muchas veces moldearse para ser perfecta para el, pero sin lograrlo o al menos recibir reciprocidad.
Las relaciones amorosas son decepción tras decepción, algunas personas nacieron para amar y ser amadas.
Otras para amar, pero solo ser queridas.
¿Triste no? Y no solo nos pasa a las mujeres, hay muchos tipos buenos ahí esperando un buen corazón, pero no se engañen.
Se los he dicho y lo reitero, si tu corazón es bueno, no esperes que los demás sean así contigo.
viernes, 30 de octubre de 2015
jueves, 15 de octubre de 2015
Octubre y algo mas..
17:31 Y hace unos minutos me dijeron: "El nivel de decepción el día de tu cumpleaños es equivalente a las altas expectativas que tuviste". Nunca me había dado cuenta de ello, pero es cierto.
No he tenido un mal día, Dios me dio un año mas de vida, desperté junto a mi pequeña, desayune junto a mis padres, mis compañeros del trabajo me recibieron con pastel y globos y dentro de unos minutos mi mejor amiga pasara por mi.
Por cierto, si, estoy escribiendo en mi horario de oficina. Creo que ha sido un día muy satisfactorio, aunque cada año consecutivamente espero algo que me deje boquiabierta, y cada año recibo el mismo desaire.
No me considero una persona exigente, ni vanidosa, ni quisquillosa. Simplemente me gusta ser muy especial en mi día, siempre he pensado que este día en particular merezco saber quienes son las personas que realmente me aprecian y cuanto están dispuestos por verme feliz.
Puedo decir quienes son las personas que año a año ponen interés en verme contenta, me parece tierno, me alegra que me quieran.. Pero cada vez espero mas y es cada vez que llega menos.
Me gusta que la gente se sienta especial junto a mi, porque uno debe de ser como quieren que sean con uno, pero aparentemente lo hago mal, o exageradamente.
O nadie ve que realmente mis expectativas son altas.
Probablemente sea cansado solo leer que todo aquí es yo y bla bla, pero es mi blog. Lo haré cuanto desee, ademas ¿con quien mas podría compartir esto? Sentiría que hiero a los que "hicieron lo que mas pudieron para verme feliz"
Quisiera no ser tan exigente, bueno no lo soy. Solo en este día espero lo mejor para mi, y es que creo merecerlo. En serio me lo merezco y no soy egocéntrica.
Bueno es que también justo el día de mi cumpleaños me agarra con pre menstrual, eso lo hace mas triste aun.
Siempre he sido aburrida, no soy partidaria de celebrar mi onomástico todos los años, pero es porque siempre espero que me sorprendan.
Hoy debería ser un día en el que no pare de sonreír y el papel me ha salido perfecto en lo que va del día, pero con el caer de la noche sentiré que sigue siendo vacio.
Que nadie logro hacer algo que me impacte y me haga sentir la mujer mas querida, claro pueden pensar que tengo el autoestima en el piso.
Puede ser, por ciertas apreciaciones, a mi parecer todos tenemos la necesidad de sentirnos queridos y yo no lo quiero todos los días, solo hoy.
Solo cada 15 de octubre quiero que alguien sienta que tiene el deber de hacer este un día inolvidable, como yo lo hago con quienes son especiales para mi.
¿O simplemente es que me molesta que no sean recíprocos?
En este momento me siento agradecida y muy querida por las personas que incluso me recordaron de la manera mas mínima, es mas con aquellas que se atrevieron a enviarme un mensaje, un comentario aunque Facebook les haya informado que hoy es mi día, no importa siempre me sentiré agradecida.
Y siempre podrán esperar de mi lo mas sincero, el cariño de siempre y el detalle para hacer su día especial, pero como algunas ocasiones he repetido, si alguien a quien he considerado y veo que no se me es devuelto, hasta ese día esa persona ocupa un espacio en mi mente.
En fechas festivas uno ve quien realmente esta interesado en hacerse notar, hoy supe quienes no forman mas parte de mi habitual costumbre de verlos contentos.
En todo caso, el día no ha terminado esperemos que algo durante estas horas me quite el sueño de felicidad.
No he tenido un mal día, Dios me dio un año mas de vida, desperté junto a mi pequeña, desayune junto a mis padres, mis compañeros del trabajo me recibieron con pastel y globos y dentro de unos minutos mi mejor amiga pasara por mi.
Por cierto, si, estoy escribiendo en mi horario de oficina. Creo que ha sido un día muy satisfactorio, aunque cada año consecutivamente espero algo que me deje boquiabierta, y cada año recibo el mismo desaire.
No me considero una persona exigente, ni vanidosa, ni quisquillosa. Simplemente me gusta ser muy especial en mi día, siempre he pensado que este día en particular merezco saber quienes son las personas que realmente me aprecian y cuanto están dispuestos por verme feliz.
Puedo decir quienes son las personas que año a año ponen interés en verme contenta, me parece tierno, me alegra que me quieran.. Pero cada vez espero mas y es cada vez que llega menos.
Me gusta que la gente se sienta especial junto a mi, porque uno debe de ser como quieren que sean con uno, pero aparentemente lo hago mal, o exageradamente.
O nadie ve que realmente mis expectativas son altas.
Probablemente sea cansado solo leer que todo aquí es yo y bla bla, pero es mi blog. Lo haré cuanto desee, ademas ¿con quien mas podría compartir esto? Sentiría que hiero a los que "hicieron lo que mas pudieron para verme feliz"
Quisiera no ser tan exigente, bueno no lo soy. Solo en este día espero lo mejor para mi, y es que creo merecerlo. En serio me lo merezco y no soy egocéntrica.
Bueno es que también justo el día de mi cumpleaños me agarra con pre menstrual, eso lo hace mas triste aun.
Siempre he sido aburrida, no soy partidaria de celebrar mi onomástico todos los años, pero es porque siempre espero que me sorprendan.
Hoy debería ser un día en el que no pare de sonreír y el papel me ha salido perfecto en lo que va del día, pero con el caer de la noche sentiré que sigue siendo vacio.
Que nadie logro hacer algo que me impacte y me haga sentir la mujer mas querida, claro pueden pensar que tengo el autoestima en el piso.
Puede ser, por ciertas apreciaciones, a mi parecer todos tenemos la necesidad de sentirnos queridos y yo no lo quiero todos los días, solo hoy.
Solo cada 15 de octubre quiero que alguien sienta que tiene el deber de hacer este un día inolvidable, como yo lo hago con quienes son especiales para mi.
¿O simplemente es que me molesta que no sean recíprocos?
En este momento me siento agradecida y muy querida por las personas que incluso me recordaron de la manera mas mínima, es mas con aquellas que se atrevieron a enviarme un mensaje, un comentario aunque Facebook les haya informado que hoy es mi día, no importa siempre me sentiré agradecida.
Y siempre podrán esperar de mi lo mas sincero, el cariño de siempre y el detalle para hacer su día especial, pero como algunas ocasiones he repetido, si alguien a quien he considerado y veo que no se me es devuelto, hasta ese día esa persona ocupa un espacio en mi mente.
En fechas festivas uno ve quien realmente esta interesado en hacerse notar, hoy supe quienes no forman mas parte de mi habitual costumbre de verlos contentos.
En todo caso, el día no ha terminado esperemos que algo durante estas horas me quite el sueño de felicidad.
sábado, 3 de octubre de 2015
Bitacora de una falsa viajera.
Creo que durante mis rutas de norte a sur y viceversa me pongo a pensar mucho. Y mucho de lo que pensaba era, ¡Dios no veo la hora de encontrarme sin ocupaciones para escribir!
No soy una viajera por pasión, lo soy por obligación. Porque me toca, porque es mi trabajo, pero con el pasar del tiempo he aprendido a apreciar mi oficio.
No viajo por placer, no voy a visitar sitios turísticos, no voy a probar platos típicos, ni salgo para saber como son las noches en cada ciudad a la que voy. No le hallo la gracia a ir de un lugar a otro con equipajes y aguantando carreteras en mal estado, compañeros de asiento incómodos y aguantándose las ganas de ir al baño cuando se trata de horas enteras.
Sin embargo me toca hacerlo y pese a muchas incomodidades, al principio sentirme obligada ahora lo disfruto mucho.
Algunos dicen que no es a donde vas ni que haces sino con quien estas, pero yo solo estoy con mis maletas, con mil ideas en mi mente, con un par de dolares en mi cartera, con un itinerario agotador de visitas y mis audífonos acompañados por una playlist muy variada pero con algo en común, palabras del corazón.
A veces muy cansada de escuchar quejas, en otras ocasiones muy alegre de saber lo mucho que me aprecian, en momentos cansada de ir de aquí para allá con una maleta y sobretodo madrugar para cumplir con mis compromisos, pues odio llegar tarde.
Pero es mi trabajo y llevo haciendo esto un par de años, alejándome de mi hogar por semanas enteras, arriesgándome a sitios que nunca había puesto un pie.
Y pese a todo esto, me encanta hacerlo, claro lo que leerán en este post son muchos contras, pero todo aquello que hace que me guste lo tengo en mi mente, en mis ojos, mis manos, mi cuerpo, en mi sonrisa y en algunos casos en el corazón.
Aventurarse a conocer gente con la que solo has tratado telefónicamente, pues al principio cuesta, hasta que te das cuenta que eres querida por gran parte de ellos.
Ir a un lugar donde el calor humano es espectacular y te hacen sentir como en casa, te hablan tan bonito que solo quieres quedarte y en esos momentos libres conocer personas por fuera del fin al que vas.
Es toda una experiencia, es ver gente de todo tipo.
Toparse con personas que no te conocen y aun así son amables, también con patanes que reconocen que no eres del lugar y se comportan groseros.
Es experimentar esos amores de miradas, esos que nunca volverás a ver y en ciertos casos cruzar unas cuantas palabras.
Amores de una noche o tal vez de un par, personas con las que bebes un café y tienes una conversación tan confortante.
Gente que te mira tan despectivamente como sino fueras nadie, y aquellos que te insultan solo por no ser de su etnia.
Tienes momentos agradables, y bastante desagradables. Sueles divertirte y amargarte como nunca.
Y todo lo que te sucede una y otra vez en tu rutina se ve oxigenado por estas nuevas experiencias.
Con esto aprendí a ser arriesgada, a no tenerle miedo al mundo, a leer a la gente en su mirada y sus expresiones. A recorrer kilómetros con la angustia de llegar a mi destino sana y salva y sobretodo retornar igual, solo con el afán de ver a mi pequeña y también saber que he cumplido con mi trabajo satisfactoriamente.
He amado este oficio en los últimos meses mas que nunca, pues me dan un respiro de mi rutina, me permiten dormir como no lo hago hace tiempo, comer lo que se me antoje, y manejar mi tiempo a mi beneficio y en ciertas ocasiones divertirme como no puedo hacerlo mientras este en casa.
Me ha regalado experiencias que no se pueden mas que mantener en la mente y en el alma. Momentos que al pensarlos te generan una bella sonrisa en el rostro y otros que te hacen desear no haber nacido, pues momentos que al fin y al cabo te hacen saber que estas viva y eres alguien.
Se ha vuelto una pasión, se ha convertido en eso que espero cada temporada con afán de coger mis trapos y salir.
No soy una viajera por pasión, lo soy por obligación. Porque me toca, porque es mi trabajo, pero con el pasar del tiempo he aprendido a apreciar mi oficio.
No viajo por placer, no voy a visitar sitios turísticos, no voy a probar platos típicos, ni salgo para saber como son las noches en cada ciudad a la que voy. No le hallo la gracia a ir de un lugar a otro con equipajes y aguantando carreteras en mal estado, compañeros de asiento incómodos y aguantándose las ganas de ir al baño cuando se trata de horas enteras.
Sin embargo me toca hacerlo y pese a muchas incomodidades, al principio sentirme obligada ahora lo disfruto mucho.
Algunos dicen que no es a donde vas ni que haces sino con quien estas, pero yo solo estoy con mis maletas, con mil ideas en mi mente, con un par de dolares en mi cartera, con un itinerario agotador de visitas y mis audífonos acompañados por una playlist muy variada pero con algo en común, palabras del corazón.
A veces muy cansada de escuchar quejas, en otras ocasiones muy alegre de saber lo mucho que me aprecian, en momentos cansada de ir de aquí para allá con una maleta y sobretodo madrugar para cumplir con mis compromisos, pues odio llegar tarde.
Pero es mi trabajo y llevo haciendo esto un par de años, alejándome de mi hogar por semanas enteras, arriesgándome a sitios que nunca había puesto un pie.
Y pese a todo esto, me encanta hacerlo, claro lo que leerán en este post son muchos contras, pero todo aquello que hace que me guste lo tengo en mi mente, en mis ojos, mis manos, mi cuerpo, en mi sonrisa y en algunos casos en el corazón.
Aventurarse a conocer gente con la que solo has tratado telefónicamente, pues al principio cuesta, hasta que te das cuenta que eres querida por gran parte de ellos.
Ir a un lugar donde el calor humano es espectacular y te hacen sentir como en casa, te hablan tan bonito que solo quieres quedarte y en esos momentos libres conocer personas por fuera del fin al que vas.
Es toda una experiencia, es ver gente de todo tipo.
Toparse con personas que no te conocen y aun así son amables, también con patanes que reconocen que no eres del lugar y se comportan groseros.
Es experimentar esos amores de miradas, esos que nunca volverás a ver y en ciertos casos cruzar unas cuantas palabras.
Amores de una noche o tal vez de un par, personas con las que bebes un café y tienes una conversación tan confortante.
Gente que te mira tan despectivamente como sino fueras nadie, y aquellos que te insultan solo por no ser de su etnia.
Tienes momentos agradables, y bastante desagradables. Sueles divertirte y amargarte como nunca.
Y todo lo que te sucede una y otra vez en tu rutina se ve oxigenado por estas nuevas experiencias.
Con esto aprendí a ser arriesgada, a no tenerle miedo al mundo, a leer a la gente en su mirada y sus expresiones. A recorrer kilómetros con la angustia de llegar a mi destino sana y salva y sobretodo retornar igual, solo con el afán de ver a mi pequeña y también saber que he cumplido con mi trabajo satisfactoriamente.
He amado este oficio en los últimos meses mas que nunca, pues me dan un respiro de mi rutina, me permiten dormir como no lo hago hace tiempo, comer lo que se me antoje, y manejar mi tiempo a mi beneficio y en ciertas ocasiones divertirme como no puedo hacerlo mientras este en casa.
Me ha regalado experiencias que no se pueden mas que mantener en la mente y en el alma. Momentos que al pensarlos te generan una bella sonrisa en el rostro y otros que te hacen desear no haber nacido, pues momentos que al fin y al cabo te hacen saber que estas viva y eres alguien.
Se ha vuelto una pasión, se ha convertido en eso que espero cada temporada con afán de coger mis trapos y salir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)